8M-Día para seguir saltando todas las barreras.

Que no es que ahora estemos intocables. Es que se nos ha tocado todo demasiado: nuestro cuerpo, nuestras decisiones, nuestro tiempo…

Siempre cargadas con historias de falta de respeto, de abusos, de bolsos llenos de obligaciones y cosas para re-tocarnos, agendas, juguetes de nuestros/as hijos/as…
Se nos han tocado los derechos, los espacios, nuestra seguridad, nuestra vida.

Que esto no es nuevo. Pero cada vez estamos más despiertas, conscientes y abrigadas por todas las que se dejaron la voz y la fuerza para que dejáramos de ser invisibles.

Que esto incomoda. ¡Claro! A hombres, a mujeres… Pero esto no va de encarnar diablos (aunque podríamos nombrar a varios/as). Esto va de rigidez, de valores inamovibles, de tradiciones intocables. De personas a las que se les abre el suelo ante la idea de que otras cambien o mejoren porque en sus mentes patriarcales el mundo se divide en vencedores y vencidas.

Esto va de que no somos unas santas. ¡Menos mal que no lo somos! Pero seguimos sin poder quitarnos el peso de seguir siendo perfectas. Aunque sea la perfecta mala.
Envidiosas, reprimidas, manipuladoras, brujas, putas, calculadoras, aprovechadas, víctimas, locas…

Sí y ¿y qué? Cambiantes, diversas, fuertes, luchadoras, dulces, ásperas… Esto va de que nos dejen(mos) SER. De que a otros no se les escudriña tanto. No se les analiza cada frase, cada prenda de vestir, cada decisión, cada discusión. Que debatir siempre ha sido de sabios y de grandes caballeros en cafés emblemáticos y si lo hacemos las mujeres aparecen sonrisas paternalistas y comentarios nada inocentes del tipo: «si es que ni entre ellas se ponen de acuerdo».

Esto va de pararse a respirar y a pensar y pasar el filtro de los juicios y respetar.

Que esto no puede ser una lucha inacabable. Que tenemos otra manera de hacer y no quieren escucharnos. Se trata de sabernos distintos/as pero no despreciarnos por ello.

Nos sentamos y lo hablamos.
De cultura, de ecologismo, de espacios, de cuidados, de valores, de violencia, de intimidad y sexualidad, de educación…no paramos de sumar, discutir y pensar(nos) juntas.
Cooperamos. Nos reconocemos. Nos cuidamos. Nos amamos.

Seguimos escuchandoos y buscando maneras de encontrarnos en la igualdad y en la diferencia.

Seguro que será otro gran 8 de marzo.

Abrazos.
Vanessa y María.

Deja un comentario